Amanecer de una noche agitada

Es sábado, y son las 10.30 Hs. La cabeza me late, tengo los ojos vidriosos y en constante lucha para mantenerse abiertos. Claro, es temporada de despedidas, amigos, etc., pero igual hay que venir a trabajar. Aunque sea así, casi sin dormir. Bah, "trabajar". Digamos que hay que venir, y ya.
Todos los rituales de sábado por la mañana ya están cumplidos. Charla amena en el comedor con los compañeros, tomando el primer desayuno. Comentarios sobre el friday night de cada cual. Chistes de rigor acerca del estado etílico de los peorcitos (adivinen quién fue la estrella hoy?). Así pasaron 40 minutos. Volando, genial. No queda otra que ir a la oficina. Chequear mail laboral, por si hay algo urgente, algo dramático. Nada que no pueda esperar hasta el lunes. Chequear mails personales. Nada tampoco. (Obvio, qué ser humano te puede escribir algo entre el viernes a la tarde y el sábado a la mañana?). Recorrida rápida por los diarios habituales, blog tour de rutina, mirar si en tusecreto hay actualizaciones. Esta ya es la parte del bajón, tocar fondo. Es hora del segundo desayuno, esta vez con las facturas que trae Marelli cada sábado. Hoy, medialunas de manteca y de grasa, bastante pardas, pero bue, a caballo regalado...
Ya no sé qué carajo hacer, y todavía quedan como dos horas. Entonces, me acordé: tengo un blog (perdón S, no es plagio, nótese que falta el "?"). Así, me dispuse a escribir algo, cualquier ganzada, ésta ganzada. En realidad esto iba a ser una especie de introducción como para comentar algo sobre la música de anoche, sobre una mini investigación googlera acerca de la misma, sobre gustos, y demás. Claro, la intro era una forma de justificarme ante semejante sinsentido. Era decir "estoy limado, sólo hago esto para pasar el rato, no me puedo exigir -además- ser coherente". Bueno, la justificación era esa, sólo que ahora ya no tengo ganas de escribir el post al que apuntaba. La vida es así, será en otro momento.